La recuperación no solo depende del tratamiento… también de la esperanza con la que lo enfrentas. Muchas personas se sabotean sin darse cuenta, perdiendo la confianza en su proceso y frenando su propio avance. Pero la buena noticia es que puedes cambiar tu mentalidad y darle un giro a tu recuperación.
No permitas que la desesperanza te gane. Recuperarte es posible.
Creemos en el talento que crece con un aprendizaje activo y retador.
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